Cuando planeamos iniciar y administrar una determinada actividad económica, a través de nuestra pequeña, mediana o gran empresa; lo hicimos con la finalidad de que tuviera un rendimiento siempre creciente, es decir, multiplicando ganancias. Para lograrlo, requerimos de herramientas que nos permitan medir los resultados, y predecir la dirección que está tomando el negocio, en determinado momento.

Como los atletas de salto largo que tienen que retroceder para tomar impulso; a la hora de tomar decisiones lo más inteligentemente posible, lo tenemos que hacer basados en el conocimiento del desempeño pasado de la empresa, y la salud financiera de que goce en la actualidad.

Nada de lo que hemos mencionado en esta breve introducción (medir, predecir y decidir) fuera posible sin la puesta en marcha de la contabilidad en las empresas.

Contabilidad, en la génesis y esencia de la organización mercantilista

Los orígenes de la contabilidad desde la Europa medieval, están íntimamente ligados a la necesidad de hacerle seguimiento a los intercambios comerciales. De esta forma, surge la conocida partida doble como técnica para imprimirle organización a los negocios.

Un sistema de contabilidad, es indispensable para dar claridad y organización a la información de cualquier empresa; más aún, si está apoyado por un software útil y potente como los que existen actualmente. Por tanto, poner al día la contabilidad de tu empresa no es una opción, pues no vas a administrar un negocio, sin ayudarlo a crecer y producir.

Sin la puesta en marcha de la contabilidad, no hay rentabilidad para tu compañía, simplemente porque no vas a poder hacer una adecuada gestión de los activos, ni de los costos, ni fiscal, menos aún, de apalancamiento financiero.

La importancia para tu empresa, de rendir cuentas claras

Aquí vuelve a ser protagonista la contabilidad. Un historial contable pulcro, sistemático, completo, y bien registrado, es un inmejorable aliado y amigo, a la hora de efectuar una auditoría a nuestra empresa.

La confianza es un activo inestimable en las relaciones comerciales. Los accionistas, acreedores, clientes, organismos reguladores y fiscales, banqueros, supervisores y gerentes; necesitan de la confianza que genera la contabilidad, como si se tratara de la conciencia de la empresa.

Tener estos registros actualizados a través de un adecuado sistema contable financiero, y de gestión o administrativo es indispensable para generar la debida confianza, en todos los entes interesados, internos como externos. Pon al día la contabilidad de tu empresa.