Con el cierre fiscal y la presentación del impuesto de sociedades, se abre el periodo para presentar las cuentas anuales. Los documentos que tienes que presentar con las cuentas anuales son los siguientes
– Balance de situación.
– Cuenta de pérdidas y ganancias.
– Estado de cambios en el patrimonio neto.
– Estado de flujo de efectivos.
– La memoria anual.
Las cuentas anuales pueden ser normales, abreviadas o pyme. La diferencia entre presentarlas normales o abreviadas, viene que su confección es más simple. La información la tienes que presentar menos detallada, no existe una reglamentación donde determinen como tienen que ser los modelos y cuál es el nivel que detalle que tenemos que dar.
Cuándo podemos presentar cuentas abreviadas
Podremos hacer abreviados el balance, la memoria y el estado de cambios en el patrimonio neto, cuándo durante dos ejercicios consecutivos, se cumplan dos de los requisitos siguientes
– Que todas las cuentas de activos no pasen de cuatro millones de euros.
– Que el importe de la cifra de negocios no supere los ocho millones de euros.
– El número medio de trabajadores durante el año no sea mayor de cincuenta.
Respecto a la cuenta de pérdidas y ganancias, la podremos hacer abreviada cuándo durante dos ejercicios consecutivos, se cumplan al menos dos de los siguientes supuestos
– Once millones cuatrocientos mil euros, será la cifra tope del activo de la empresa para formular cuentas abreviadas.
– Veintidós millones ochocientos mil euros de facturación durante el ejercicio fiscal, marcarán el límite para poder seguir presentando cuentas abreviadas.
– Doscientos cincuenta personas contratadas de media durante el ejercicio fiscal, será lo máximo para no tener que hacer cuentas anuales normalizadas.
En cuanto al estado de flujos de efectivo, no se tiene que presentar cuando se presentan abreviados el balance, la memoria y el estado de cambios del patrimonio neto.
Es muy importante que presentemos las cuentas anuales, ya que son un reflejo del estado de la empresa, y es donde las entidades financieras o las aseguradoras de crédito se basan para hacer sus estudios financieros. No presentarlas nos supondrá un perjuicio a medio y largo plazo, en el momento que queramos acceder a líneas de financiación para nuestra empresa.
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