Debido a que muchas empresas no están obligadas a auditar sus cuentas, no toman en serio esta práctica que puede ser vital para mejorar la eficiencia de su negocio. Recuerde que deben someterse a auditorías obligatoriamente cualquier empresa que durante dos ejercicios consecutivos en el momento del cierre del ejercicio haya superado los 5.700.000 euros o el número de trabajadores supere los 50. No olvide que los bancos pueden incluso exigirle la realización de una auditoria de cuentas si detectan que su empresa está obligada a realizarla. Y es que mediante la contratación de los servicios de auditoria de cuentas vamos a poder tener a mano toda la información financiera necesaria además de tener todo el conocimiento en cuanto a leyes, reglamentos y cualquier otra norma que afecte a la actividad que desarrollamos. Teniendo además presente que muchas veces no se tiene el conocimiento suficiente ni el tiempo para dedicar a este control por lo que acudir a servicios exteriores de empresas dedicadas a auditoria de cuentas es la mejor opción. No olvide que toda la información obtenida anualmente se puede utilizar para la toma de decisiones en los momentos más críticos. Además con ello podremos mejorar nuestra imagen empresarial y dar más confianza a posibles clientes o inversores. Teniendo presente que el precio de cualquier auditoría suele ser bastante asequible.
Además, los bancos suelen exigir el informe de auditoría cuando detectan que la empresa está obligada a auditarse como requisito a la concesión o ampliación de préstamos o líneas de crédito. Normalmente mediante la realización de una auditoría eficiente vamos a poder detectar algunos fallos importantes en la contabilidad, en impuestos mal contabilizados, detectar una estructura demasiado costosa, etc. En definitiva, cualquier error que pueda proporcionar mayor rentabilidad.
Existen varios tipos de auditorías que se pueden clasificar:
1. Auditorias de cuentas anuales obligatoria.
2. Auditorías internas no financieras, destinadas a la revisión o verificación de las cuentas y documentos contables de la empresa para crear un informe que ayude a reconocer los errores más comunes para eliminarlos en lo posible. Se pueden realizar dos tipos de auditoría, la de gestión y la operativa.
No obstante, aunque la auditoría se puede realizar con diferentes metodologías solo tienen un fin u objetivo, emitir un informe sobre la fiabilidad del estado financiero de una empresa. Donde el auditor, gracias a su experiencia, puede ofrecer una relación de las principales conclusiones para desarrollar un plan de mejora.
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