La auditoria financiera es de las auditorías más conocidas, pues es requerida por todas las empresas porque avala los estados financieros y tiene gran importancia por cuanto el auditor emite un juicio de valor con el propósito de incrementar la veracidad de sus cuentas y ayudar a la mejora del control interno de la empresa.

Los objetivos de la auditoria financiera tienen como principio básico formar lo que llamaríamos “un marco de referencia” sobre el cual el auditor pueda evaluar si los estados financieros de una empresa presentan o no el resultado de sus operaciones.

Existencia. Este objetivo consiste en revisar la existencia de las operaciones registradas, si realmente ocurrieron o no. Además dentro este primer objetivo, el auditor deberá constatar si hay o no alguna violación al objetivo de existencia, como por ejemplo, la inclusión de alguna venta en el diario de ventas cuando en realidad no ha ocurrido o, al contrario, no incluir una venta en el diario de ventas cuando haya ocurrido.

Valuación. Este objetivo consiste en revisar si las operaciones hechas están asentadas con los montos correctos. Durante el proceso de valuación el auditor deberá evaluar la precisión en cuanto a la información relativa a las transacciones contables y verificar que no haya alguna violación al objetivo de precisión, por ejemplo, que la cantidad de bienes fuese diferente a la cantidad facturada o si ocurrieran errores de agregación en la factura.

Clasificación. Este objetivo consiste en revisar si las operaciones incluidas en los diarios están clasificadas adecuadamente. Algunos errores comunes de clasificación de ventas tienen que ver con: registro de ventas de activos fijos como ingresos, clasificación de ventas comerciales como residenciales, inclusión de ventas en efectivo como ventas a crédito, etc.

Causación. Este objetivo consiste en revisar si las transacciones fueron registradas durante el periodo contable en el que se realizaron. Las operaciones deben registrarse en las fechas en que ocurrieron.

Una vez realizado el proceso de auditoria financiera, el auditor puede emitir tres tipos de juicio: favorable, con salvedades o desfavorable.

– Cuando el juicio es favorable indica que las cuentas representan de forma exacta la imagen fiel de la empresa.
– Cuando el juicio es con salvedades indica que las cuentas contienen algunos errores u omisiones pero que no representan incorrecciones generalizas.
– Cuando el juicio es desfavorable indica que los errores y omisiones encontradas afectan considerablemente las cuentas en conjunto.