Uno de los puntos más importantes en el funcionamiento de una empresa es la auditoría. Desde el punto de vista financiero se pueden distinguir entre auditorías internas y externas.

Las auditorías internas se llevan a cabo por personal perteneciente a la plantilla de la propia empresa. Sus objetivos principales son evaluar y controlar todo el campo de operaciones de la empresa, así como las diferentes actividades que lleva a cabo.

Las auditorías externas son efectuadas por personas totalmente ajenas a la empresa. La misión principal de esta acción es expresar una opinión sobre el estado financiero de la empresa. Este tipo de auditoría constituye un diagnostico crítico y sistemático del funcionamiento de la empresa, detectando aquellos aspectos que son susceptibles de mejora. Muchas son las ventajas que una auditoría de cuentas externa puede aportar a una empresa, a continuación, se detallan los aspectos más destacados:

Libertad para proponer las mejores soluciones. La auditoría de cuentas externa se lleva a cabo por personas ajenas a la empresa. Este hecho proporciona una libertad absoluta para poner de manifiesto todos los problemas y plantear las mejores soluciones al respecto. El contar con un tercero para poder realizar este diagnóstico es vital para conseguir avanzar y mejorar.

Evaluación de riesgos de fraude. Las auditorías externas de cuentas permiten detectar cualquier riesgo de fraude presente en las cuentas de una empresa, aportando las soluciones más efectivas en cada caso para solventar dichos problemas.

Se consigue garantizar que los controles contables son los más adecuados y los procesos utilizados los más eficaces. Los auditores de cuentas externos evalúan todos los aspectos financieros de la empresa, pudiendo detectar de una forma eficiente cualquier deficiencia en el funcionamiento del negocio, aportando soluciones adecuadas para corregir dicho error.

Se obtiene una opinión imparcial y experta del estado de la empresa. Tras llevar a cabo la investigación oportuna, la auditoría externa permite obtener una visión real y fiel del estado de la empresa. Esto supone una gran ventaja ya que esta visión obtenida por auditores externos es un fiel reflejo de la realidad al no estar condicionada por ningún tipo de vinculación con la empresa auditada.

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